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No sólo John Rawls, si no la historia misma siempre ha intentando encontrar un equilibrio en lo que respecta a justicia. Pero hemos sido poco asertivos, dadas las relaciones entre lo político y económico, siempre ha habido un juego de intereses frente a los recursos, el poder, la fuerza de trabajo, el capital, entre otras muchas razones que avivan la avaricia humana.
Por eso es de vital importancia repensar nuestro papel en la sociedad, el hombre debe dirigir su mirada al otro, a su semejante, a su prójimo, pensar en él, analizar “lo que es beneficioso para todos”
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